El objetivo fundamental es educar el corazón, el desarrollo de redes sólidas, la inserción y la inteligencia social, globalizando la ternura, la armonía, la solidaridad y el amor al medio ambiente, inculcando valores para paliar el odio, el racismo, el miedo, emociones básicas y universales no trabajadas actualmente en los centros de enseñanza.
Se trata de asignaturas pendientes; enseñar o aprender a ser feliz a través de la educación, especialmente los más pequeños.
No existe el mal alumno, existe el mal maestro, y para eso hay que resetear a muchos docentes ya que en ocasiones se trata a los alumnos como inadaptados sin identificar realmente las preocupaciones y necesidades reales de cada uno de ellos.
La preocupación y objetivo de nuestro proyecto escuela es la conexión con la infancia y con los jóvenes de diversas raíces culturales a través del arte, la creatividad y las nuevas tecnologías, orientada a la cultura para el desarrollo social.

Nuestro interés radica en la conexión intercultural trabajando en la educación y en la inserción social de los grupos ya vulnerados y proclives a ello, fortaleciendo la integración del sector más necesitado de la urgencia afectiva, solidaria y educacional, donde apostamos por el poder de la creatividad como fuente de progreso y marco de entendimiento, pues todo proceso creativo surge del contacto entre diferentes perfiles de personas y culturas.
Atendiendo a los barrios donde ya tenemos contactos y apoyamos a varios colectivos en Gasteiz y Araba, donde la emigración junto a los refugiados son nuestro campo de actuación principal. Hasta ahora hemos apoyado a iniciativas como Kalimba, Irse, Cáritas, Ongi-etorri, etc.